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Arquitectos: Septiembre Arquitectura
- Área: 213 m²
- Año: 2019
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. MIQ, abreviativo de Miquel, es una rehabilitación integral de una casa unifamiliar entre medianeras, propiedad del Sr. Miquel. La riqueza original de la casa es más que destacable, predominan los tonos rojizos, tejas y verdes, con suelos hidráulicos, paredes de ladrillo y piedra con techos de volta catalana, al llegar al patio posterior, una naturaleza salvaje te rodea y te descubre el pequeño estudio posterior.
Esta riqueza constructiva, es la fuente de inspiración para el proyecto. Éste se alimenta de ella, adaptándola a las nuevas necesidades y usos. La actuación potencia la superposición de estilos, permitiendo conservar la historia, el espíritu de la vivienda y alguno de sus detalles constructivos y transformarla así en una nueva realidad.
El resultado propone una casa con tres habitaciones, un salón-comedor con cocina y un estudio en la parte trasera del patio posterior. Se respeta la escalera original, pero se rehace la salida al terrado, ejecutando una cubierta formada por una gran doble vuelta catalana aislada y una abertura orientada a sur-oeste. De esta forma el proyecto convierte la escalera en un pozo de luz en invierno y una chimenea de ventilación en verano, donde las lamas orientables controlan la incidencia solar. La habitación principal está dotada de un baño desfragmentado con paredes que no llegan al techo, permitiendo así la ventilación cruzada a través de la escalera y la entrada de luz por ambos extremos de la habitación. Finalmente, una gran corredera cierra la suite y da acceso a un balcón que mira hacia el patio posterior.
En la planta baja se sitúa el salón-comedor y la cocina abierta, para potenciar la amplitud de los espacios y la relación entre el interior y el exterior, esta estancia es la única junto a la escalera que se visten de blanco, los pavimentos interiores y exteriores se funden en uno solo y las balconeras de salida al patio y al estudio, se pliegan permitiendo unificar interior y exterior en un solo espacio.
La imagen de la casa desde la calle, es una pintoresca fachada de dos plantas, cubierta de tonos pastel y madera, que convive apaciblemente con sus construcciones adyacentes. Por el contrario, la fachada posterior está formada por grandes aberturas y una piel de chapa grecada blanca que contrasta con la carpintería de madera y los elementos de instalaciones vistos. Se crea, por tanto, una contraposición que pone en manifiesto la voluntad transformadora del diseño.
En el resto de espacios se recuperan los techos originales con bigas de madera y metálicas, manifestando las fases constructivas del edificio. La escalera metálica exterior, diseñada de forma que adquiere gran ligereza, asciende hasta la cubierta transitable del estudio, aprovechando así todos los espacios exteriores. El diseño de la casa pretende devolver el carácter salvaje de la vegetación, para ello se crea una jardinera y una estructura metálica que nace de la barandilla de la escalera exterior y que permitirá la recuperación de la vegetación existente.